Proyecto Chinchillón Anaranjado

© Darío Podestá
© Darío Podestá

Contexto y objetivos

En lo alto de los paredones y zonas rocosas de la Patagonia austral vive un roedor grande y elegante del que casi no sabemos nada: el Chinchillón Anaranjado. Exclusiva del sur de Argentina y Chile, pertenece a la misma familia que las famosas chinchillas de los Andes centrales, pero su vida en los inhóspitos paisajes del sur la ha mantenido oculta y poco estudiada. Vive en grupos pequeños, entre los paredones de las mesetas de Santa Cruz, desde el Lago Buenos Aires hasta el extremo sur. A pesar de su singularidad, sabemos muy poco de su biología, ecología o distribución, y eso representa un problema: no podemos conservar lo que no conocemos. Su hábitat está bajo presión por el sobrepastoreo del ganado, la expansión de especies exóticas como la liebre europea y los efectos del cambio climático, que podría alterar profundamente la vegetación de la que depende. Estudios recientes muestran que este grupo de roedores tiene muy baja capacidad de dispersión y un alto aislamiento entre poblaciones. Esto implica que cada grupo puede estar funcionando como una unidad independiente, y que la pérdida de una de ellas podría significar una extinción local sin reemplazo. Por eso, identificar unidades de conservación, conocer su historia evolutiva y su respuesta a los cambios ambientales es clave para planificar su manejo. A nivel global y nacional, el Chinchillón Anaranjado está categorizado como “insuficientemente conocido”, una etiqueta que más que una definición, es una alerta. Una alerta de que nos falta información básica para protegerlo. Nuestro trabajo busca revertir eso: generar el conocimiento necesario para evaluar su estado de conservación, proponer estrategias concretas de manejo y darle a esta especie emblema del sur patagónico la atención que merece.

Alcance del proyecto

Nuestras acciones

  • Relevamiento de distribución y poblaciones. Buscamos saber exactamente en qué zonas de la Patagonia aún vive esta especie y cuántos individuos quedan, comparando la situación actual con lo que se conoce del pasado.
  • Estudios genéticos para entender su aislamiento y conectividad. Analizamos el ADN de distintos individuos para entender si hay poblaciones aisladas entre sí o si existen zonas naturales que facilitan su movimiento y conexión.
  • Seguimiento de colonias y sus movimientos. Estudiamos cómo se agrupan en colonias, qué características tiene su hábitat y cómo se conectan entre diferentes zonas del paisaje.
  • Relación entre el ambiente y la presencia de la especie. Investigamos qué condiciones del entorno (como la orientación al sol, el viento o la forma de los paredones rocosos) hacen más probable la presencia y el tamaño de una colonia.
  • Modelado de escenarios futuros. Con los datos obtenidos, desarrollamos modelos para proyectar cómo podría cambiar su distribución frente a distintos escenarios climáticos. Esto nos permite anticipar amenazas y prepararnos para responder.
  • Propuesta de medidas de conservación. Con base en toda esta información, trabajamos en la elaboración de propuestas concretas de manejo y conservación, incluyendo su inclusión en categorías de amenaza, tanto a nivel nacional como internacional.
© Melisa Quintero

Protagonista

Chinchillón Anaranjado
Lagidium wolffsohni

Hábitat y comportamiento

Los chinchillones viven en grupos llamados colonias, cuyas composición y organización social son desconocidas. Viven exclusivamente en paredones y roquedales del sur de la Patagonia (Argentina y Chile). Son muy buenos trepadores y buscan refugio entre las grietas y las cavidades rocosas.

Alimentación

Los chinchillones se alimentan únicamente de vegetales. Los observamos comer coirón, líquenes, hojas y flores de arbustos pero también frutos de calafate.

Reproducción

Muy poco se sabe sobre la reproducción de la especie por lo cual estamos estudiando este aspecto de su biología con atención. Al parecer las hembras paren de una sola cría por año y la lactancia duraría varios meses.

Curiosidad

Mientras que se pueden observar de día los chinchillones son principalmente nocturnos. Pueden emitir un chiflido muy intenso cuando detectan un peligro lo cual sirve de aviso a todos los miembros de la colonia que trepan inmediatamente los paredones más inclinados para buscar refugio.

Amenazas

Poco se sabe de las amenazas que pesan sobre la especie; es uno de los temas investigados por la Fundación Macá Tobiano. Una de las que se conoce es la cacería.
© Darío Podestá
Proyecto Chinchillón Anaranjado

Líneas de trabajo

Objetivo

El objetivo principal es determinar el estado de conservación del Chinchillón Anaranjado y conocer aspectos fundamentales de su historia natural. Por esto el trabajo de campo se realiza sobre toda la distribución conocida en Santa Cruz, con la búsqueda de nuevas localidades y colonias, para entender de esta manera los factores que influyen el tamaño de sus colonias, su biología reproductiva y el impacto de las amenazas que podrían reducir sus poblaciones.

Metodología

Las metodologías que utilizamos para poder cumplir estos objetivos son variadas e incluye mucho trabajo de campo. Se visitan paredones y roquedales que la especie podría ocupar en todo el área de distribución potencial de la especie. Durante estas campañas de exploración se hacen entrevistas a los pobladores de la región para saber si conocen la especie y que uso y percepción tienen de ellas. Se realizan transectas en toda el área de la Meseta del Lago Buenos Aires para conocer la distribución de la especie y los factores ambientales que influyen el tamaño de las colonias a escala regional. Por fin se capturan individuos a fines de marcar los, medirlos y sacar muestras de sangre a fines de estudios genéticos. El marcaje de los individuos nos permite seguirlos de manera individual a lo largo de su vida y así conseguir datos valiosos como la longevidad, el número de cría que tienen en una vida y la composición de las colonias.

Área de alcance

El proyecto se desempeña en toda el área de distribución de la especie en Argentina: el oeste de la Provincia de Santa Cruz desde las orillas del Lago Buenos Aires hasta el Río Turbio.

Resultados y progreso

Hasta la fecha pudimos detectar la presencia del Chinchillón Anaranjado en diferentes sectores de la meseta del Lago Buenos Aires, los parques nacionales Patagonia, Perito Moreno y Los Glaciares, y en otras localidades de la provincia como la meseta de las Vizcachas. Publicamos un artículo de divulgación científica en la revista de Aves Argentinas y varios resúmenes en congresos, con el primero en la JAM de 2017. También en 2019, Morgan Pendaries presentó su tesis de maestría sobre la especie.

Colaboradores

Los análisis genéticos se hacen en conjunto con el Grupo de Investigación en Ecología Molecular (GIEM-INEDES) de la Universidad de Luján.

Publicaciones

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© Gonzalo Pardo

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